domingo, 3 de marzo de 2013

El viejo arcoiris


Haciendo caso omiso de la larga tradición impuesta siglos atrás, el viejo arcoíris ya cansado y algo descolorido, decidió fugarse de la ciudad que lo vio nacer cada vez que llovía con sol. La noche cómplice de su escape cubrió su huida y el viento acariciando sus barbas le dio la señal para que abandone su escondite. El viejo asomó su cabeza miró al cielo e inhaló profundamente la brisa que lo envolvía y por primera vez, entendió plenamente el significado de la libertad.


 Acrílico sobre madera. 50x72 cm aprox.





1 comentario:

  1. ¡Excelente!
    Tanto el texto como el dibujo.
    Me da un poco de envidia, sabelo.

    Saludos

    J.

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