domingo, 26 de agosto de 2012

RELACION PRECIO/OBRA


   Hay un tema importante a la hora de ponerse a vender las obras que uno hace, que es claramente el precio, ¿Qué valor monetario le doy a esto que hice? A nivel personal es algo que me resulta muy difícil porque entran en juego muchas cosas. Primero, ¿Cómo ponerle precio a algo que sentí o a una idea a la que le di forma y color? Pintar y dibujar no son cosas sencillas de hacer, al menos cuando uno aspira a hacerlo correctamente. En el proceso pasan mil cosas por la cabeza: excitación, por empezar el proyecto; miedo, a equivocarse y/o arruinarlo; frustración, cuando pifias; satisfacción y alivio, cuando arreglas la cagada que te mandaste; alegría, porque algo salió mejor de lo que esperabas.  Hasta llegar al peor de los casos en los que se experimenta ira y una irrefrenable violencia al punto de revolear cuadernos, tachar indiscriminadamente todo y clavarle el pincel a la tela reiteradas veces a grito de “Me cago en Picassoooooo!!!”.  A riesgo de parecer loco o pecar de “sensiblón” lo que quiero decir es que son muchas las cosas que pasan y se experimentan durante la gestación de una obra, mas cuando uno es exigente y honesto con sigo mismo e intenta que las cosas no solo estén bien hechas sino que además tengan un porqué.  No es que me saco pelusa del ombligo se la pego a un chorizo frío que me sobró, lo clavo a la pared, lo titulo “Existencialidad del ser” y te lo vendo a U$S 10000. No lo hago porque no puedo ni quiero hacerlo, y porque se lo que cuesta ganarse la guita (tengo un laburo común y corriente, mal pago que me consume mucho tiempo y energía).
  Hay una forma de cotización bastante sistemática que se utiliza en uno de los talleres a la hora de vender trabajos de los alumnos, que consiste en cobrar la obra por metro perimetral, se mide el perímetro total de la obra y cada metro vale una x cantidad de plata. Es decir que si yo tengo un cuadro de 100 x 70 cm sumo todos sus lados, 100 + 100 + 70 + 70 =  340 cm, digamos que cobro $1000 (esta cifra no es la real) por metro, el valor del cuadro seria de $3400. La razón por la que no implemento este sistema es porque los valores de mis cuadros serían mucho más altos de lo que son ahora y nadie los compraría a ese precio. Cosa que no me sirve, porque prefiero ganar menos y que los cuadros estén colgados en la casa de alguien y sean vistos y disfrutados, a que queden archivados en mi cuarto.
  Entonces, ¿A qué apunto con todo esto? Solo quería contarles que no es fácil ponerle precio a algo en lo que uno puso tanto de sí mismo.  En el caso de que a alguien realmente le guste mucho una de mis obras y quiera tenerla en su casa pero le parece cara que me haga una oferta y lo vemos... charlando se entiende la gente.


Si alguien quiere hacer una oferta por alguna de las obras mi mail es maku.1986@gmail.com


Gracias por tomarte el tiempo para leer esto, seguí sintonizado  Makuland, ya volvemos a nuestra programación habitual.

3 comentarios:

  1. Lo difícil no es tanto el precio, sino el saber cuándo desprenderse de la propia obra, y el ego, en todo esto, es muy importante.

    Y esa estúpida idea de que el precio lo pone el público es cualquier cosa. El precio lo pone el artista y nadie más.

    Saludos y Suerte

    J.

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  2. En general no tengo problemas de desprenderme de la obra. Y estoy de acuerdo en que el precio lo pone el artista, pero cuando no hay mercado ni cultura de consumo de arte hay que negociar, y no siempre sale favorecido el artista lamentablemente, igualmente gracias por el aguante moral.

    Abrazo!

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  3. Si hay un mercado para el arte, el tema es que estamos muy lejos de él. EN argentina si no sos jugador de futbol, traficante o mostras el culo no salis en ningún lado. Es así, nos tocó esto y hay que remarla todo el tiempo...

    Suerte!

    J.

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