Hay un tema importante a la hora de ponerse a vender las
obras que uno hace, que es claramente el precio, ¿Qué valor monetario le doy a
esto que hice? A nivel personal es algo que me resulta muy difícil porque
entran en juego muchas cosas. Primero, ¿Cómo ponerle precio a algo que sentí o
a una idea a la que le di forma y color? Pintar y dibujar no son cosas
sencillas de hacer, al menos cuando uno aspira a hacerlo correctamente. En el
proceso pasan mil cosas por la cabeza: excitación, por empezar el proyecto;
miedo, a equivocarse y/o arruinarlo; frustración, cuando pifias; satisfacción y
alivio, cuando arreglas la cagada que te mandaste; alegría, porque algo salió
mejor de lo que esperabas. Hasta llegar
al peor de los casos en los que se experimenta ira y una irrefrenable violencia
al punto de revolear cuadernos, tachar indiscriminadamente todo y clavarle el
pincel a la tela reiteradas veces a grito de “Me cago en Picassoooooo!!!”. A riesgo de parecer loco o pecar de “sensiblón”
lo que quiero decir es que son muchas las cosas que pasan y se experimentan
durante la gestación de una obra, mas cuando uno es exigente y honesto con sigo
mismo e intenta que las cosas no solo estén bien hechas sino que además tengan
un porqué. No es que me saco pelusa del
ombligo se la pego a un chorizo frío que me sobró, lo clavo a la pared, lo
titulo “Existencialidad del ser” y te lo vendo a U$S 10000. No lo hago porque
no puedo ni quiero hacerlo, y porque se lo que cuesta ganarse la guita (tengo
un laburo común y corriente, mal pago que me consume mucho tiempo y energía).
Hay una forma de cotización bastante sistemática que se
utiliza en uno de los talleres a la hora de vender trabajos de los alumnos, que
consiste en cobrar la obra por metro perimetral, se mide el perímetro total de
la obra y cada metro vale una x cantidad de plata. Es decir que si yo tengo un
cuadro de 100 x 70 cm sumo todos sus lados, 100 + 100 + 70 + 70 = 340 cm, digamos que cobro $1000 (esta cifra no
es la real) por metro, el valor del cuadro seria de $3400. La razón por la que
no implemento este sistema es porque los valores de mis cuadros serían mucho más
altos de lo que son ahora y nadie los compraría a ese precio. Cosa que no me
sirve, porque prefiero ganar menos y que los cuadros estén colgados en la casa
de alguien y sean vistos y disfrutados, a que queden archivados en mi cuarto.
Entonces, ¿A qué apunto con todo esto? Solo quería contarles
que no es fácil ponerle precio a algo en lo que uno puso tanto de sí mismo. En el caso de que a alguien realmente le guste
mucho una de mis obras y quiera tenerla en su casa pero le parece cara que me
haga una oferta y lo vemos... charlando se entiende la gente.
Si alguien quiere hacer una oferta por alguna de las obras mi mail es maku.1986@gmail.com
Gracias por tomarte el tiempo para leer esto, seguí
sintonizado Makuland, ya volvemos a nuestra
programación habitual.